Esta receta es un clásico, no puede más de rápida y es taaan rica! A los niños les encanta y a nosotros también, sobre todo porque la podemos adaptar y variar según las preferencias.

La preparación es muy fácil, es cocinar la pasta y colar bien. Agregar jamón picado a la salsa blanca preparada, y verter sobre la pasta. Colocar queso rallado por encima y gratinar.

Ahora, algunos tips que son la clave del éxito:

• Usar fideos cortos, ideales los que tienen “hueco”, como los mostacholes. Así queda salsa en su interior y no quedan secos.
•  La salsa blanca que no quede muy espesa, porque en el horno se evapora un poco. Bien cremosa es mejor (ojo, tampoco una sopa!)
• Para gratinar hay que poner la fuente en la parte bien alta del horno, que tiene que estar bien caliente. Recordemos que ya está todo cocido.
• Manteniendo la base de fideos, salsa blanca y queso rallado podés ponerle lo que quieras. Nosotros la proponemos con jamón, pero recomendamos probar con espinaca y nuez, panceta, provolone…