Para que tu heladera no sea un caos y que los alimentos y preparaciones se conserven mejor te dejamos algunos tips.

Puerta. Es la zona menos fría y, por tanto, el lugar ideal para huevos, condimentos como ketchup y mayonesa, manteca, mermeladas, y bebidas como agua y jugos. Si guardás le leche en la puerta tené en cuenta que te puede durar menos.

Parte superior. No es la más fría, por lo que es el lugar de los productos listos para consumo como pastas ya cocinadas o embutidos. Colocá en la parte de arriba lo que esté más próximo a vencer, para que lo tengas a la vista y lo consumas antes.

Zona media. Aquí se colocan los lácteos como quesos, leche o yogures, así como productos con el paquete abierto, conservas o comida ya cocinada de otros días.

Zona baja. Es la más fría. Ideal para guardar carnes crudas. Además, así evitás que cualquier goteo contamine otros alimentos.

Cajones. Ahí van las verduras y las frutas que requieran refrigeración y algo de humedad. Si las guardás en bolsas, hacele algunos agujeritos para que “respiren”.

Usá contenedores plásticos, de vidrio o bolsas, y lo ideal es ponerle la fecha de guardado.

Cambiá y regulá los estantes de la heladera a tu gusto y según tus necesidades.

Limpiá el interior de tu heladera al menos una vez al mes o de inmediato si se llega a derramar algún líquido o alimento.